jueves, 22 de octubre de 2015

Los chicos malos fuman bajo la lluvia

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Han descubierto nuevos planetas y nuevas estrellas, la televisión sigue hablando de guerras, las personas ya no cruzan miradas entre ellas, obcecados en publicitar su canción favorita y no cantarla nunca más. La fábrica se ve negra desde aquí mientras que el cielo es azul oscuro y de lejos, en el horizonte, veo ese brillo amarillento, veo el sol enseñando sus piernas desnudas tras la puerta. 

Exótico desconocido, ofreces drogas y te sientes tan buena persona haciéndote pasar por un ángel, a mi parecer, armado con un arco y mil flechas para atravesarme el cuerpo y quebrarme. Exótico desconocido que me ofreces atardeceres en lo alto del más alto edificio. Buscas en mis labios tus caminos. Bañas mis manos en lágrimas, me haces llorar, tú siempre me haces llorar...



Mi cuerpo flota en mitad del Pacífico mientras llueve, dejo de respirar cuando me cubre la tormenta, no hay hueco para el frío en mi bañera, bañan mis brazos las olas, agarran mis brazos las olas, agarra mi cuerpo el mar y tira de mi hacia abajo. El entorno; puro azulejo y cristal. Mosaico difuso, amnesia y cigarros, no puedo respirar pero no me ahogo, estoy en ese estado de consciencia... ya sabes, flotando entre el fondo y la superficie. Dejándome desvanecer, ves mi pelo bailar con el agua, aquí el mundo es más tranquilo, tú lo sabes porque estás aquí conmigo, ¿no me ves?, ¿no me ves bajo mi vestido de seda blanca?, destellos de mis ojos abiertos bajo el océano mirándote fijamente, agarro tu mano, entrelazamos los dedos... aún creo que hemos muerto, tú y yo llevamos muertos tanto tiempo...

Aquí el mundo es más tranquilo, no hay guerras, no hay cobertura, no hay odio, sólo miradas, aquí puedes ver las estrellas y los nuevos planetas, te puedes enamorar, te puedes...

Entonces abres los ojos y ahí estoy yo, vestida con mi vestido blanco, descalza y de puntillas, rotando sobre mi misma, enredando mi pelo en mis brazos, mis brazos estirados como alas, ahí estoy yo cantando, dejando tu mente en blanco y cuando paro y te miro, sonríes, sonrío... te digo: - ¿en qué estabas pensando? - y tú... tú me dices: - en que nos estábamos ahogando -


Quizá eso fuese lo cierto, y tú sueño es que estoy frente a ti bailando y cantando.

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