jueves, 23 de mayo de 2013

Arquitecto paisajístico

Paso mis dedos sobre las cicatrices, esas que nadie ve pero que a mi aun me duelen si lo recuerdo y reviento mis nudillos contra el espejo... me veo llorando, reflejada en mil fragmentos.
Todo es un asco, bebe y olvida, fuma y no mires atrás... decía, sus consejos, el calor de sus abrazos y el siempre estaré a tu lado, pase lo que pase... ¿incluso si lo que pasa es el tiempo?

Hoy he soñado contigo y he despertado a punto de romper a llorar, gritando ¡no me dejes por favor!...
No quieras a quien no puede decirte que te quiera. Porque dudas. Porque a mi tú no me engañas. Porque todo aquello no me va a dejar de pesar nunca... 

Hay miedos que sólo salen de la mano del etílico elixir, que siempre acechan... tras el rostro de serenidad y felicidad; si, parezco inmune y soy tan frágil como una copa de cristal de bohemia al borde de la mesa.
Por todo el dolor que guardo y el daño que he sufrido de sus labios, del tacto de sus manos, de las dulces palabras que se pudren y producen necrosis para el alma...
Y alzo el vaso, más vacío que yo y brindo por los tiempos que siendo malos fueron mejores de lo que nos depara el futuro... Que mierda todo ¿no?... a ti no voy a mentirte, esta vida me asusta.

Siempre acabando los días, empezando las noches pensando... que esta vida no es justa, quien yo quiero no me quiere y quien me quiere... no me gusta.

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